Ayudar a los horticultores a mejorar sus cultivos y aumentar la sostenibilidad al mismo tiempo: ese es el objetivo de Royal Brinkman, una empresa holandesa fundada en 1885 que se ha convertido en uno de los principales proveedores, asesores e instaladores de la industria profesional de invernaderos. La empresa tiene unos 350 empleados, sucursales en 14 países y suministra a cultivadores de hortalizas, flores, plantas de maceta y frutos rojos de todo el mundo la tecnología más avanzada, incluida tecnología climática y del agua. ¿Y por qué royal (real)? El 1 de abril de 1985, la reina Beatriz de Holanda concedió a la empresa el título de «real» con motivo de su centenario.

Desde la clasificadora de tomates de 1926 hasta la moderna instalación de tratamiento de agua
Royal Brinkman siempre se ha centrado en el progreso tecnológico para que la horticultura sea más sostenible y productiva. Ya en 1926, la empresa ganó el primer premio en la exposición de frutas y hortalizas de Utrecht por una clasificadora de tomates con accionamiento eléctrico. Una de las últimas innovaciones es una instalación de tratamiento de agua para la horticultura. No solo suministra a las plantas suplementos nutricionales para estimular el crecimiento, sino que también elimina los microorganismos nocivos con peróxido de hidrógeno, un agente respetuoso con el medioambiente que se descompone en agua y oxígeno tras su aplicación.
Bombas dosificadoras con avanzada tecnología de accionamiento magnético: precisas, de bajo mantenimiento y energéticamente eficientes
Para controlar con precisión la dosificación de peróxido de hidrógeno y suplementos nutricionales en la instalación de tratamiento de agua, Royal Brinkman confía en las bombas dosificadoras de Lutz-Jesco, incluida la serie Magdos LD. Gracias a la avanzada tecnología de accionamiento magnético, esto permite la reproducibilidad de la cantidad de dosificación en el rango del +- 2 %. La bomba dosificadora se selecciona en función de las dosis deseadas y las capacidades del sistema de agua. Las bombas se controlan mediante un contador de impulsos de agua en las unidades de bombeo. En aplicaciones prácticas, puede tratarse de un control de pH mediante la inyección de un ácido o un control de peróxido de hidrógeno para mantener limpio el sistema de tuberías.

Productos relacionados
info@lutz-jesco.com
