«¡Deseo tanto que el pequeño se recupere!»

Marcel Böcker, de Lindwedel, vuelve a donar células madre para un niño enfermo de leucemia

Wedemark, 28 de mayo de 2025 – Cada 27 segundos se diagnostica leucemia a una persona en el mundo. Cuando Marcel Böcker se enteró de que había un niño afectado, este joven de 29 años de Lindwedel no lo dudó ni un segundo y aceptó inmediatamente ser donante para un trasplante de médula ósea. Pronto será su segunda donación en la lucha contra esta enfermedad.

A Marcel Böcker, de 29 años, le dio un vuelco al corazón cuando vio un cartel en Schwarmstedt, su pueblo natal. Decía que un antiguo conocido de tiempos de la escuela padecía leucemia y necesitaba urgentemente una donación de células madre. En esta enfermedad, la médula ósea está tan dañada que produce células sanguíneas anormales que se multiplican sin control y desplazan a las células sanas. Esto provoca síntomas como cansancio constante, mayor propensión a infecciones o hemorragias. En el peor de los casos, falla todo el sistema inmunológico. Los afectados dependen de la médula ósea sana de un donante. «Por eso, dos amigos y yo decidimos hacernos donantes de médula ósea», explica Marcel Böcker, que trabaja como lacador en la empresa industrial Lutz-Jesco de Wertheim.

Marcel Böcker y dos amigos se han inscrito como donantes en el DKMS

Para hacerse donantes, estos amigos se pusieron en contacto con el Registro Alemán de Donantes de Médula Ósea (DKMS, según sus siglas en alemán), una organización sin fines de lucro dedicada a la lucha contra la leucemia. Su objetivo consiste en registrar el mayor número posible de donantes potenciales. Los hospitales de todo el mundo pueden acceder a la base de datos de la organización para buscar donantes adecuados. Un juego de azar en el que la coincidencia más exacta posible de ADN resulta crucial para evitar reacciones de rechazo en el organismo del receptor. Según el DKMS, por esta razón solo uno de cada tres pacientes encuentra un donante. Marcel Böcker tampoco pudo donar médula ósea directamente a su antiguo conocido. Böcker: «Por suerte, encontró un donante de médula ósea adecuado. Ahora vuelve a estar completamente sano».

«El DKMS me comunicó que podía ayudar a un niño pequeño con una donación de médula ósea»

Pero la lista de los demás afectados es larga. Según el DKMS, cada 27 segundos se diagnostica leucemia a una persona en el mundo. Muchos pacientes reciben primero quimioterapia o radioterapia para destruir la médula ósea enferma y las células degeneradas. Al mismo tiempo, se inicia la búsqueda de un donante en las bases de datos mundiales: solo en Alemania hay actualmente 7,9 millones de personas registradas en el DKMS. Si dos personas coinciden, el donante recibe una llamada. El teléfono de Marcel Böcker sonó a mediados de 2024. «El DKMS me comunicó que podía ayudar a un niño de primaria con una donación de médula ósea», recuerda Böcker. «Por supuesto, no lo dudé ni un segundo». Tras dar su consentimiento, se sometió a un examen preliminar y finalmente a una operación en un centro de extracción.

La primera intervención: una operación con anestesia general

La operación de donación de médula ósea transcurrió sin contratiempos. La intervención bajo anestesia general duró unos 30 minutos. Marcel Böcker se tumbó boca abajo para que los médicos pudieran extraerle la médula ósea del hueso pélvico con una aguja hueca. A continuación, el niño enfermo recibió las células madre sanguíneas mediante una transfusión de sangre. Las células madre sanas migran a los huesos y se asientan allí para generar una médula ósea nueva y sana. «Cuando me desperté de la anestesia, no tenía ningún dolor ni tampoco ninguna hemorragia posterior», recuerda Böcker. «Solo tenía la cara un poco hinchada, probablemente por la posición boca abajo durante la operación. Pero eso no supuso ningún problema». Böcker pudo abandonar el hospital a los dos días.

La segunda donación será en breve

Böcker no se arrepiente ni un segundo de la donación de médula ósea. Todo lo contrario. «Es una sensación estupenda saber que estás dando a una persona y su familia la oportunidad de una segunda vida», dice Böcker. «Es una experiencia muy emocionante que solo puedo recomendar a todo el mundo». Por desgracia, el pequeño aún no está fuera de peligro. Necesita otra donación. Böcker ya ha prometido su ayuda. Pero esta vez no es necesario operar al joven de 29 años. Bastará con una, así denominada, donación de células madre de sangre periférica. Böcker recibirá un medicamento que transfiere las células madre de la médula ósea a la sangre. A continuación, los médicos le conectarán a un aparato que filtra las células madre de la sangre durante unas horas. «Tengo muchas esperanzas de que esto ayude a que el pequeño vuelva a estar sano. También estaría bien que por fin pudiéramos conocernos».

«Un gran ejemplo de humanidad y compromiso»

Marcel Böcker también cuenta con un gran reconocimiento por su esfuerzo en el trabajo. «Hay muchos compañeros que celebran mis donaciones», cuenta Böcker feliz. Y también Heinz Lutz, director general de Lutz-Jesco, se une a esta opinión: «Marcel Böcker es un gran ejemplo de humanidad y compromiso. Tales actos no solo tienen un efecto positivo directamente en quien los recibe, sino también en el entorno».

Acerca de Lutz Holding GmbH

Desde 1954, Lutz Holding GmbH es sinónimo de gestión de fluidos profesional. El grupo de empresas aúna compañías activas internacionalmente en tecnología de bombas, así como en tratamiento y desinfección del agua, y está representado por 16 centros de ventas y de producción en más de 80 países de todo el mundo. Pertenecen al grupo Lutz Pumpen GmbH en Wertheim, Lutz-Jesco GmbH en Wedemark y Lutz-Jesco Suisse SA en Couvet, Suiza. La cartera incluye bombas, sistemas y accesorios para procesos de dosificación, transporte, vaciado y mezcla para una amplia gama de medios. Los productos del Grupo Lutz se utilizan en numerosos sectores, como la industria química, la industria alimentaria, la producción de automóviles, el tratamiento de aguas y aguas residuales y la industria de pinturas y barnices.